Es una evidencia que los bioestimulantes para plantas están en auge y han llegado al sector agrícola para quedarse, ya que esta clase de productos tiene muchos beneficios que aportar a la agricultura y, además son respetuosos con el medioambiente. En el post de hoy vamos a especificar los tipos de bioestimulantes existentes en la agricultura y vamos a explicar en detalle los aminoácidos.
Los bioestimulantes se dividen en tres grandes grupos: aminoácidos, extracto de algas y ácidos húmicos y ácidos fúlvicos.
Los aminoácidos se utilizan ampliamente en agricultura debido a sus numerosos beneficios, actuando en aspectos diversos como la resistencia al estrés, la fotosíntesis, la polinización, la activación de las fitohormonas y otras sustancias de crecimiento, el equilibrio de la flora en los suelos y el sistema de absorción y translocación de los microelementos a nivel de la planta.
Los aminoácidos en la agricultura son los componentes fundamentales de las proteínas. Cada proteína tiene una secuencia concreta de aminoácidos en la que cada uno de ellos tiene una posición definida. Cuando se forma la proteína, la planta necesita los aminoácidos determinados de su secuencia y solo encajan correctamente en la cadena de esos aminoácidos específicos en forma L y en la posición y orden establecidos.
Hay un total de 20 aminoácidos proteogénicos, los cuales pueden ser L– aminoácidos o D-aminoácidos. Solamente, los L-aminoácidos tienen funciones biológicas y cada uno de ellos esta involucrado en diferentes procesos metabólicos en las plantas, formación de proteínas.
Existen varias formas de obtener los aminoácidos, por hidrolisis enzimática, hidrolisis química y también por síntesis química. Por supuesto, la cantidad y el tipo de aminoácido que hay en una u otra proteína varia.
La importancia del proceso de obtención es fundamental ya que dependiendo del que se utilice se obtendrán unas u otras estructuras, es decir, la hidrolisis enzimática obtendrás L-aminoácidos (estereoselectivo) y la hidrolisis ácida se obtendrá L y D aminoácidos al 50% (racémica).
No podemos olvidar, que la procedencia de la materia prima también es muy importante en primer lugar ya que dependiendo de esta obtendremos más o menos aminoácidos de un tipo u otro. Debemos incluir que también hay otros compuestos orgánicos diferentes a los aminoácidos que se obtienen, los cuales van a favorecer más o menos en la bioestimulación.
La procedencia de los aminoácidos son química, animal o vegetal que como tales aminoácidos individuales son iguales, pero hay otros factores de calidad que influyen, residuos químicos, otros compuestos que hay en la materia prima para obtener los aminoácidos, diferentes tipos de regulaciones dependiendo de la procedencia.
Los mecanismos y modos de acción de los productos vendrán de la combinación de los aminoácidos junto con otros compuestos produciendo una función y una bioactividad en los cultivos.
¿En qué momento aplicamos los aminoácidos en las plantas?
El momento idóneo para aplicarlos es cuando las plantas están en periodo de crecimiento, floración y fructificación o durante condiciones externas desfavorables.
Desde Tarazona, recomendamos nuestra gama de bioestimulantes Taravert®, en concreto Taravert® Thor, Set, Avant, Amisol y Amifol. Todos nuestros productos son con L-aminoácidos enzimáticos de origen vegetal. Además, son fieles a nuestro principio de Fertilosofía®: fertilización eficiente y sostenible ya que con este tipo de bioestimulación estamos colaborando a la conservación del medioambiente porque se logran mejores rendimientos agronómicos y por ende menor CO2 por Kg/Planta.
El ahorro de energía tras la aplicación de los aminoácidos nos será muy útil, sobre todo durante los períodos críticos como el levantamiento del reposo vegetativo, los estados de formación de las flores, la diferenciación de los brotes, el cuajado, la maduración de los frutos y cuando la planta sufra estrés debido a factores externos o meteorológicos.
