Los cítricos son un cultivo predominante en las regiones tropicales y subtropicales de ambos hemisferios del planeta. En 2018, la producción mundial de cítricos se situó cercana a los 140 millones de toneladas, situándose Brasil como el primer país productor del mundo, con unos 19 millones de toneladas y seguido por la cuenca mediterránea, que alcanzó los 18 millones de toneladas. España es el primer país productor de la cuenca mediterránea con 6,3 millones de toneladas en la campaña 2017/2018, que ocupan unas 300.000 hectáreas.

Necesidades nutricionales

El cultivo del cítrico tiene unas necesidades nutricionales específicas.

El principal objetivo de la fertilización es compensar las extracciones de elementos minerales del suelo que las plantas realizan durante su desarrollo y suplir los nutrientes ausentes en el mismo. Por tanto, el objetivo consiste en incrementar la fertilidad natural de los suelos para aumentar la producción y la calidad de los productos de las plantas cultivadas en ellos.

Para ello, es necesario conocer las exigencias nutricionales de las plantas en cultivo, las cuales dependen del suelo y de la propia planta.

Por un lado, el suelo. En general los suelos destinados al cultivo de cítricos de la zona mediterránea española presentan las siguientes características:

• Bajo poder de retención de agua
• Carácter calizo, con valores de pH alrededor de 8
• Presencia frecuente de síntomas de deficiencia, especialmente en micronutrientes y Mg
• Baja correlación entre su contenido en elementos minerales y la concentración foliar de los mismos
• Estrecha relación entre el contenido en K y el vigor del arbolado

Por otro lado, de la planta hay que tener en cuenta la especie, variedad y patrón.

Estrategia fertilización en floración y cuajado

Una vez analizadas las variables que afectan a las necesidades nutricionales, nos vamos a focalizar en conocer las necesidades de los cítricos en los estados fenológicos de floración y cuajado.

La etapa de brotación y floración van unidas y se solapan en el tiempo, por ello, es fundamental que la planta disponga de elementos minerales suficientes para no generar mermas en la producción en el caso de árboles adultos, y escasez de desarrollo en el caso de los plantones.

A continuación, vamos a explicar en detalle cómo influyen los macroelementos (nitrógeno, fosforo y calcio) y microelementos (boro y molibdeno) en los cítricos.

Para promover el desarrollo vegetativo de brotes y flores, la planta debe tener a su disposición nitrógeno. Éste es un elemento fundamental ya que forma parte de un gran número de compuestos orgánicos como aminoácidos, proteínas, ácidos nucleicos y clorofilas. Su influencia sobre el crecimiento, la floración y la productividad es notable y en ciertas condiciones sobre la calidad del fruto.

Durante el periodo de floración es importante que la planta disponga de fósforo. El fósforo además de promover el desarrollo radicular, participa en el metabolismo de los azucares, de los ácidos nucleicos y en los procesos energéticos de la planta, en forma de ATP. Por otra parte, también juega un papel crucial en la respiración y en la formación y desarrollo de flores.

La fijación inasimilable del fosforo en el suelo tiene lugar, entre otras cosas, a través de la inmovilización por las bases cálcicas. En los suelos calizos, alcalinos o neutros los fosfatos solubles y asimilables pueden revertir a formas insolubles, no asimilables, al reaccionar con hidróxido o carbonato cálcico, dando lugar a la formación de fosfatos dicálcicos o tricálcicos, muy poco solubles.

Por otra parte, el calcio también es otro de los macroelementos que juega un papel importante en el cuajado y desarrollo del fruto ya que se ha relacionado con la activación de algunos procesos enzimáticos y con el crecimiento del tubo polínico. También confiere cierta protección ante estreses producidos por elementos externos, además de prevenir la absorción y efectos negativos de iones salinos tóxicos como el cloro y el sodio o metales pesados.

El boro y el molibdeno asimismo juegan un papel importante en el proceso de floración y cuajado.

El boro se encuentra unido a las paredes de la célula, esto indica su implicación en el mantenimiento de su estructura, participando en la formación y expansión de esta. Además, también interviene en el metabolismo de los carbohidratos y el crecimiento del tubo polínico.

El molibdeno es esencial para el metabolismo de nitrógeno en la producción de cítricos. Gracias a este microelemento se influye en el crecimiento del árbol, dando como resultado un buen rendimiento y calidad.

Desde Tarazona siempre hemos apostado por un aporte racional de los elementos nutritivos mediante nuestro concepto de Fertilosofía®: fertilización eficiente y sostenible. Disponemos de soluciones para el agricultor que cubren todas las necesidades nutritivas del cultivo durante todo el ciclo productivo.

La gama de fertilizantes NITRENE^®, KRYSTAFEED^® Y NITRENE^® DOMPPER se pueden aplicar durante todo el ciclo del cultivo para cubrir las necesidades específicas de los cítricos.

Para la aplicación de fertilizantes solidos en riego a manta disponemos de una gama de fertilizantes NITRENE^®, los cuales poseen un elevado contenido de azufre y además incorporan un inhibidor de la nitrificación DMPP, el cual ayuda a reducir significativamente las pérdidas de nitrógeno por lixiviación y, a su vez, haciendo que el contenido en nitrógeno está disponible durante más tiempo.

Por otra parte, también disponemos de soluciones de una gama de fertilizantes cristalinos solubles KRYSTAFEED® para uso en fertiirrigación, exentos de cloro y de elevada solubilidad, al mismo tiempo, tenemos una gama de fertilizantes cristalinos solubles llamados NITRENE® DOMPPER con inhibidor DMPP que, además, incorporan microelementos.

Para completar la nutrición disponemos de nuestra gama de bioestimulantes y correctores, Taratech®.

En primer lugar, para cubrir las necesidades de nitrógeno podemos aplicar Tarafol® Extensive Plus. Es un nutriente foliar que contiene una elevada concentración de nitrógeno, repartido en todas sus formas, siendo así el producto de mayor espectro de acción y pudiendo garantizar las necesidades de la planta a lo largo de todo el ciclo de cultivo.

Tarafol® Extensive Plus está recomendado para la aplicación foliar, en las fases de prefloración y desarrollo vegetativo en primavera, así como al inicio de las brotaciones de verano y otoño, las cuales darán lugar, sobre todo la de otoño, a la producción del año siguiente.

En segundo lugar, Tarasoil® Fosfotech cubre la demanda de fósforo. Es una solución de fósforo liquido de elevada asimilación que además incorpora un porcentaje de magnesio, el cual, debido a su formulación, es estable en aplicación conjunta con productos con calcio, impidiendo la formación de formas insolubles.

Para continuar con la nutrición y cubrir las necesidades de calcio de los cítricos podemos aplicar Tarasoil® Calcio. Es un corrector salino basado en calcio complejado con lignosulfonatos, que facilitan su asimilación, y ácidos fúlvicos, que mejoran las propiedades fisicoquímicas del suelo y la capacidad de intercambio catiónico, además, también reduce la conductividad eléctrica y los problemas asociados al exceso de iones cloro y sodio. Su acción en la planta es destacable ya que corrige y previene los síntomas de las deficiencias de calcio y mejora el cuajado de los frutos.

Finalmente recomendamos la aplicación de Taravert® Set ya que es bioestimulante de aplicación foliar o vía suelo que posee un alto contenido en boro, molibdeno y aminoácidos que se complementan con fósforo y potasio para estimular y potenciar todos los procesos que intervienen en la floración y cuajado. En conjunto, la mayor producción de flores junto a un elevado porcentaje de cuajado, dan lugar a un mayor número de frutos que provoca un aumento en la producción.

Como conclusión, los cítricos no comen, si no que beben y por tanto los elementos necesarios para su desarrollo deben ir totalmente disueltos en el agua de riego, por eso es tan importante el proceso de calidad de nuestros fertilizantes.