La industria española de la celulosa y el papel está fuertemente comprometida con una visión compartida como bioindustria doblemente circular (circularidad natural con materias primas naturales y renovables y circularidad social con bioproductos reciclables y reciclados masivamente), llamada a liderar la descarbonización de nuestra economía.
El sector de la celulosa y el papel formula su visión de la sostenibilidad como la contribución decidida del papel y las empresas que lo fabrican a la mejora de la calidad de vida y al desarrollo sostenible, mediante la gestión forestal sostenible, procesos productivos limpios y el reciclado continuo de sus productos.
TENDENCIAS DE SOSTENIBILIDAD
La industria del papel y cartón ha interiorizado los objetivos de desarrollo sostenible y estos forman parte de la gestión diaria de las empresas, siendo las tendencias en el sector las que se indican a continuación.
-
GESTIÓN FORESTAL SOSTENIBLE
El sector papelero está comprometido con la promoción de la gestión forestal sostenible de estas plantaciones y su certificación, lo que incluye aspectos como la sanidad forestal, el mantenimiento, conservación y mejora de la biodiversidad y la capacidad de regeneración para prolongar la existencia de las masas forestales en el tiempo.
La fibra de celulosa con la que se fabrica el papel en España es un recurso natural, renovable y reciclable que procede de la fibra de madera de especies de crecimiento rápido (pino y eucalipto) cultivada casi en su totalidad en plantaciones locales, que se están continuamente regenerando y replantando.
El compromiso del sector papelero español con la gestión forestal sostenible y el desarrollo de su certificación ha dado grandes resultados en la última década. Hoy están certificados el 100% de las fábricas de celulosa y de los proveedores de celulosa, el 92% de los proveedores de madera del sector y el 62% de las fábricas de papel.
-
REDUCCIÓN DE LA HUELLA AMBIENTAL. EMISIONES, RESIDUOS Y VERTIDO CERO
La industria de la celulosa y el papel es electro intensiva y calor intensiva: necesita electricidad para mover la maquinaria y calor para secar la celulosa y el papel. El sector produce la mayor parte de la energía térmica y eléctrica que necesita en plantas de cogeneración situadas al lado de sus fábricas, con lo que se evitan las pérdidas del transporte.
Este reto, el sector lo afronta con la mejora de:
- el mix de combustibles
- la eficiencia energética
- ahorro y cuidado del agua
- la valorización de los residuos de fabricación
- la digitalización de los procesos
-
RESPONSABILIDAD SOCIAL
La cadena de valor del papel se inicia en las plantaciones de madera para papel, con la que la industria papelera produce la celulosa y el papel y las empresas transformadoras fabrican una amplísima gama de productos de papel y cartón como envases y embalajes de todo tipo (cajas, bolsas…), material de papelería (sobres, cuadernos, carpetas…) y productos tisú (papel higiénico, pañuelos, papel de cocina…).
Ante el creciente despoblamiento y envejecimiento del mundo rural en España, las plantaciones locales de madera para papel son un motor de creación de empleo y riqueza. Por lo que se refiere al empleo, las 480.122 hectáreas de plantaciones de madera usadas para papel proporcionan 5.083 empleos directos en tareas de repoblación y selvicultura y 15.935 empleos indirectos en maquinaria, transporte, talleres…
La bioindustria doblemente circular de la celulosa y el papel, con 69 fábricas de papel y 10 plantas de producción de celulosa, es motor de una potente y sostenible cadena de valor cuya aportación global a la economía supone el 4,5% del PIB y genera uno de cada cincuenta empleos en nuestro país. A partir de materias primas locales el sector mejora la calidad de vida de los ciudadanos del siglo XXI con bioproductos renovables y reciclables, que están sustituyendo crecientemente productos procedentes de recursos fósiles no renovables.
-
LIDERAZGO EN RECUPERACIÓN Y RECICLAJE
El ciclo del papel, que se inicia con la circularidad natural del carácter renovable de la materia prima (madera para papel cultivada en plantaciones), se cierra con el reciclaje local de calidad, gracias a la concurrencia de tres factores: un sistema de recogida altamente eficiente, con la implicación de los ayuntamientos y la colaboración masiva de la ciudadanía, un importante sector de la recuperación y una industria papelera con una gran capacidad recicladora (la segunda más recicladora de Europa) que garantiza el reciclaje de todo el papel recogido en España conforme a los estándares europeos de calidad.