El mes de abril ha sido especialmente lluvioso, lo que ha permitido cargar el horizonte del suelo con una importante reserva hídrica. Los días largos y soleados de finales de abril y el comienzo de mayo han facilitado un desarrollo vegetativo exponencial gracias al buen estado general de los cultivos. Así lo señala el Boletín de predicción de cosecha elaborado por ITACyL junto a la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Castilla y León.