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SOLUCIONES PARA REDUCIR LA SALINIDAD EN SUELOS AGRÍCOLAS

En este post podrás leer:

La salinidad del suelo se define como el alto nivel de sal en el suelo. La salinidad es un factor importante que amenaza la capacidad de los cultivos agrícolas para soportar el crecimiento creciente de la población y es uno de los mayores problemas mundiales en la actualidad debido al daño que causa a las tierras cultivables y, por lo tanto, la perturbación resultante en el uso de la tierra.

Fuentes de salinidad del suelo

La salinidad del suelo se refiere a la presencia de sales solubles en el suelo o en el agua del suelo a niveles que afectan negativamente el crecimiento de las plantas.

Las sales se transmiten a la superficie del suelo a través de transportadores capilares naturales y se cargan desde el agua subterránea salina, y posteriormente se acumulan debido a la evaporación del agua.

De estas sales (sodio, calcio, magnesio, sulfatos, carbonatos y bicarbonatos), el cloruro de sodio es el más común. El aumento de la concentración de sales disueltas en el suelo dificulta que las plantas extraigan agua del suelo, a pesar de que la meteorización de los minerales primarios es la principal fuente de sales en las tierras, pero la salinidad surge como consecuencia del movimiento de sales por el agua de un lugar a otro y luego recogiéndolas como consecuencia de determinadas condiciones ambientales.

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Existen numerosas fuentes de sal en las tierras y se pueden explicar de la siguiente manera:

  1. Meteorización de los minerales que componen el material parental.
  2. La presencia de capas impermeables o poco permeables impiden el movimiento del agua hacia el fondo.
  3. La elevación del nivel del agua subterránea, que depende de la topografía del terreno, ya que asciende en el sector del suelo por la propiedad capilar, provocando la acumulación de sales en la zona radicular.
  4. En tierras bajas, cercanas a la superficie del mar o mares adyacentes, el agua se desplaza hacia ellos como resultado de la presión hidráulica o en forma de pulverización.
  5. Muerte y descomposición de plantas amantes de la sal que retiran y almacenan sales en sus cuerpos.
  6. Las sales pueden ser transferidas por lixiviación de una tierra alta a otra más baja, o como resultado de la falta de asentamiento en la tierra de regadío industrial.
  7. Transferencia de las sales a la tierra con el agua de riego al pasar por los canales de agua disolviendo algunas sales.
  8. Las temperaturas más altas conducen a un aumento de la salinidad.
  9. La erupción de volcanes se acompaña de la liberación de grandes cantidades de gases y vapores que contienen cloro y azufre, que contribuyen a la formación de salinidad de cloruros y sulfatos.

Efectos negativos de la salinidad del suelo

El efecto general de la concentración de sales en la solución del suelo conduce a un aumento en la presión osmótica de la misma y, por lo tanto, el movimiento de agua a la planta puede estar ausente, es decir, la tasa de absorción de agua de la planta disminuye y, en general, la salinidad del suelo afecta a muchos aspectos de la fisiología de las plantas, ya que reduce su capacidad para absorber agua lo que conduce a una disminución en la tasa de crecimiento y la aparición de muchos cambios metabólicos.

El efecto nocivo de la salinidad se puede observar en el nivel de toda la planta por su muerte o falta de altura, peso, masa viva y productividad. Otras consecuencias negativas afectan sobre el crecimiento de semillas y plántulas, el crecimiento vegetativo general y formación de flores y frutos. Los cambios metabólicos van desde la regulación de iones, así como materiales de construcción (reducen el estrés osmótico), enzimas antioxidantes, construcción de hormonas vegetales hasta la transformación de la vía de la fotosíntesis.

La salinidad puede conducir a una reducción en la superficie de las hojas en crecimiento al reducir el número y las dimensiones de las células epidérmicas, y cada una de ellas contribuye a un aumento en el grado de suculenta para algunas plantas como resultado del aumento de la diferencia de estrés hídrico entre las hojas y el ambiente circundante.

Existen resultados donde se encontraron en la caña de azúcar un aumento de las concentraciones de sacarosa, ya que la salinidad provocada por los iones de sodio reduce la actividad de la enzima responsable de convertirla en almidón.

Los efectos negativos de la salinidad sobre el suelo son principalmente: la pérdida de permeabilidad del suelo, el cambio de pH y el incremento de presión osmótica y conductividad.

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Por un lado, la pérdida de permeabilidad del suelo es una de las primeras consecuencias de la presencia de una alta tasa de sales en la solución del suelo, las cuales modifican la porosidad del suelo que llegan a reducir la permeabilidad de forma drástica, tanto que en situaciones extremas afectan incluso a los suelos sueltos. Esto es especialmente grave cuando se ven implicadas altas tasas de M.O. que no se humifican adecuadamente y pueden sellar incluso arenas puras.

La pérdida de la permeabilidad es la causa de que se acumulen de forma sucesiva las sales residuales procedente del abonado, de las aguas de riego e incluso del propio suelo.

Por otro lado, el cambio de pH. Sucesivamente se producirán en el suelo variaciones en el pH porque se modifican los equilibrios salinos del suelo y la repercusión en la disponibilidad y asimilación de la mayoría de los nutrientes, será negativa o al menos se verá afectada.

Inevitablemente el aumento de la tasa salina comportará, también, el incremento de Presión Osmótica y de la Conductividad del propio suelo. Estos parámetros, tal como hoy los conocemos, son los responsables de graves situaciones de estrés en las plantas, que como consecuencia comportan la lignificación precoz del vegetal, el envejecimiento prematuro de la planta, la pérdida de desarrollo y de la productividad de los cultivos.

¿Cómo podemos tratar y reducir la salinidad del suelo?

Para tratar o reducir sales del suelo, hay que tener en cuenta que el suelo debe estar bien drenado para no acumular sal y para no afectar la producción de cultivos. Además, es necesario conocer el nivel de las aguas subterráneas, su fuente y su índice de salinidad, especialmente si el drenaje del suelo es insuficiente, en este caso, se debe elaborar un plan de drenaje de aguas.

  1. Los métodos de tratamiento son:
  • Realizar un tratamiento biológico, es decir, cultivar plantas tolerantes a la salinidad.
  • Regar el terreno más de una vez con agua de buena calidad y tratar de drenarlo superficialmente.
  • Reducir el tiempo entre riegos para mantener un alto contenido de humedad del suelo.
  • Riego temprano en la mañana o después del atardecer ya que la luz solar perpendicular conduce a un aumento en la tasa de evaporación del agua de la superficie del suelo y, por lo tanto, aumenta la acumulación de sales.
  • Conocer la necesidad en agua para cada cultivo.
  1. La corrección química de la salinidad:
  • Agregar materia orgánica antes de plantar, que actúa para retener el agua, evita su evaporación y aumenta la permeabilidad del suelo.
  • Incrementar las tasas de fertilización húmica y fúlvica por su capacidad de incrementar la capacidad de intercambio catiónico del suelo. Se puede aplicar AZABACHE® HUMIC antes de plantar para mejorar la fertilidad de la tierra.
  • El Calcio es fundamental para luchar contra los efectos de la salinidad sobre las propiedades fisicoquímicas del suelo, y de la expulsión y exportación fuera del perfil del suelo de las sales causantes de dichos problemas, en especial de las sales Sódicas.
  • La condición de contenido alto en Calcio es deseable porque refleja concentraciones bajas de otros cationes intercambiables que podrían ocasionar problemas, principalmente el Sodio Na+ en suelos sódicos. La meta de la rehabilitación de suelos sódicos es reemplazar la mayoría del del Na+ por el Ca+2.

Tras analizar las diversas acciones químicas para corregir la salinidad, podemos concluir que la presencia cuantitativa del elemento Calcio (junto con otros divalentes), es el mejor indicador de la estabilidad y operatividad de los sistemas naturales de corrección y control de la salinidad de los suelos.

En todos los trabajos realizados y publicados sobre salinidad y medios de prevención y/o corrección, se llega siempre a esta conclusión tanto por motivos agronómicos y químicos, como por motivos económicos.  Por lo tanto, la falta de capacidad de un suelo a la hora de movilizar Calcio es la causa inicial de que este suelo no pueda defenderse y sea dañado cuando reciba un exceso de sales y en especial sales Sódicas.

Este principio químico justifica el uso de correctores de Calcio, cuando se utilizan como correctores salinos y que se denominan “desalinizadores o acondicionadores de suelo” a base de calcio como TARASOIL® CALCIO mediante uso periódico fraccionado.

Estos acondicionadores de suelo no solo aportan el mismo contenido de Calcio, sino que son capaces de movilizar Calcio del suelo cuando las condiciones y las formas químicas de las reservas de calcio del suelo, lo permitan.

Desde Tarazona, hemos desarrollado un corrector salino llamado TARASOIL® CALCIO. Es un producto muy eficaz para desplazar el sodio y el ion carbonato y es capaz de fijar el Calcio liberado evitando que se lave.

Además, gracias a la aplicación de TARASOIL® CALCIO podemos sustituir ventajosamente cualquier materia orgánica o similar.

TARASOIL® CALCIO se ha usado tradicionalmente para solubilizar el calcio del suelo, nutrir a la planta y luchar contra los problemas de salinidad, tanto en suelo como en aguas. La actual versión mejorada de TARASOIL® CALCIO, contiene más ácido lignosulfonico que modifica el entorno de la raíz para que el sodio y el aluminio, entre otros, no se acumulen en exceso y sean expulsados con el agua de riego.

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¿Cómo actúa TARASOIL® CALCIO en la planta y en el suelo?

Por un lado, en la planta induce el máximo desarrollo radicular, mejora la asimilación de agua, nutrientes y, finalmente, apoya su transporte desde la raíz a las hojas.

Por otro lado, en el suelo aumenta la porosidad y la aireación, permitirá una mejor penetración del agua y un mejor lavado de las sales en exceso.

Además, con TARASOIL® CALCIO, en suelos ácidos, se consigue combatir las toxicidades producidas por aluminio y manganeso, así como se mejora extraordinariamente la toma de calcio y potasio.

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Desde Tarazona, realizamos las recomendaciones con el fin de maximizar el rendimiento del cultivo a la par que es sostenible con el medioambiente, siempre en línea con nuestro principio de Fertilosofía®: fertilización eficiente y sostenible.

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